Hoy no hay rosas en las calles. Hoy, las rosas están aquí, en la pantalla de tu ordenador, de tu móvil o de tu tablet, igual que nosotros.

Porque #EstoNoTieneQueParar

Todos recordaremos este Sant Jordi, 23 de abril de 2020. Un año atípico en el que las rosas, los libros y los abrazos fueron digitales. Pero próximamente volveremos a retomar la celebración de todas nuestras tradiciones.

Ésta concretamente procede de Cataluña, y con el paso del tiempo se ha extendido por el resto de España. Se dice que el día de Sant Jordi los hombres han de regalar una rosa a las mujeres y éstas, un libro a ellos, ya que se celebra de igual forma el Día del Libro.

Y ¿de dónde procede la tradición?

Según la leyenda de Sant Jordi, la villa de Montblanc (Tarragona) estaba siendo aterrorizada por un colosal dragón. La bestia tenía atemorizados a los habitantes de la ciudad, era capaz de envenenar aire y agua,  matando con su aliento al ganado.

Los habitantes, asustados y cansados de sus estragos y fechorías, decidieron calmarle dándole de comer a una persona al día que se elegiría por sorteo. Se metieron todos los nombres de los habitantes en un puchero y la mala suerte le tocó a la princesa.

Cuando la joven princesa salió de las murallas y se dirigió hacia su triste destino, un caballero con brillante armadura y caballo blanco, surgió entre la bruma. Jordi, que es como se llamaba el caballero, alzó su lanza y atravesó al dragón, liberando por fin a la princesa y a los ciudadanos.

De la sangre del dragón creció un rosal con las rosas más rojas que jamás se habían visto. Sant Jordi, triunfante, obsequió a la princesa con una de las rosas.



Fuente: Leyenda de Sant Jordi www.rosessantjordi.com