Noticia de Marketing Directo 12 de mayo de 2020.
Xavier Marcet participa en «Charla Aporta o Aparta» para ofrecer su visión sobre los retos de las empresas en la actualidad y reflexionar sobre ello junto a los fundadores de AFTERSHARE.
AFTERSHARE organizó ayer un encuentro online en streaming al que acudió Xavier Marcet, reconocido consultor de estrategia, innovación y emprendimiento corporativo y presidente de Lead to Change y 8Wires, para ofrecer una charla bajo el título «Día 0. Actívate o actívate».
El evento «Charla Aporta o Aparta» comenzó con las palabras de bienvenida de Marc Ros, fundador y CEO de AFTERSHARE, quien señaló que nos encontramos en un momento en el que «o aportas, ayudas o contribuyes, o mejor que te apartes«. Se trata de un concepto lanzado por Risto Mejide y que refleja «el espíritu empresarial que ahora más que nunca es fundamental» defendido por la compañía.
«Los negocios los puedes hacer con tecnología y un ejército de precarios que te repartan las cosas, pero las empresas las haces con personas», dijo Xavier Marcet al iniciar su charla. «Creo que esta crisis nos ha tocado muy fuerte porque da en el centro, en las personas», agregó. «Llevamos mucho tiempo teniendo una sobredosis de tecnología«, advirtió, señalando como claves esas organizaciones que «saben sumar muy bien las personas y la tecnología».
Durante su intervención, Marcet compartió un balance sobre «lo que sube y lo que baja» durante esta crisis. En el primer grupo, destacan conceptos como la agilidad – tanto en los hospitales como en muchas empresas -, la misión y la complejidad, mientras que pierden las burocracias, las tonterías o la mediocridad, entre otros.

«Ha habido gente que se ha dado cuenta rápido que esto iba de propósito y se ha dejado de tonterías. De hecho, la gente que ha hecho cosas grandes han sido los capaces de sumar una misión importante y la agilidad«, indicó.
«Muchas empresas se han dado cuenta de que no pasa nada en dar confianza y empoderar, no hace falta mantener una cultura siempre de control. Esta confianza nos puede permitir crecer de otra manera y ser organizaciones muy distribuidas», explicó, haciendo referencia al teletrabajo al que ha obligado la cuarentena.
Explicó, también, que a aquellos a los que les ha ido bien son «los que piensan y actúan«, no «los que imitan tarde», así como a los que han encajado la situación y han sido capaces de esforzarse. Gana, además, la estrategia en momentos de cambios profundos, pero pierde la planificación porque «el mundo cambia más rápido que nuestra capacidad de planear».
Para Marcet es también el momento de innovar, siempre teniendo claro que «la innovación aporta valor y las ocurrencias aportan decibelios».
Por otro lado, la flexibilidad toma fuerza frente a culturas muy rígidas, gana la transformación y pierde «una determinada forma de entender la formación». Marcet defiende que los líderes están para servir y que a las organizaciones se les debe «reconocer el alma».
«Si lo que pretendemos es una transformación, no esperemos a que vuelva la dictadura del día a día»

El experto tiene claro que esta situación «va a acelerar una serie de cambios». Hablando con sus clientes, llegó a la conclusión de que no había razón para esperar a cambiar. «Hay que entender que los cambios de las organizaciones somos la gente en transición, y para que esto pase hay que aprovechar determinados momentos. Si lo que pretendemos es una transformación, no esperemos a que vuelva la dictadura del día a día«, aseguró.
El consultor se detuvo, por otro lado, en la autenticidad y la consistencia. «El éxito es lo que todos buscamos cuando ponemos en marcha un proyecto, pero si uno tiene una cierta perspectiva, se da cuenta de que en las trayectorias largas hay éxitos, fracasos, momentos cumbre y momentos valle, y necesitamos tenerlos«, afirmó, poniendo el foco la importancia de tener «comunidades de gente que no sirva solamente para el éxito». «Necesitamos gente que multiplique esa lógica de crecer haciendo crecer, y esto es lo consistente», agregó. La consistencia en un primer momento fue la supervivencia y después pasó a ser el «actívate», volviendo con una mejor versión. En este contexto hará falta la humildad, porque «todos nos vamos a equivocar».
Tras su presentación, Xavier Marcet pudo charlar con Marc Ros y Risto Mejide, una conversación en la que recordó que las empresas deben tener una mentalidad «ambidiestra»: explotar su producto – para lo que sí se necesita planificación – al mismo tiempo que se generan otras oportunidades con una gran capacidad de adaptación.

Risto Mejide aprovechó para plantear la reflexión sobre la finalidad y utilidad de los planes. Además, apoyó la necesaria honestidad de las empresas y de las personas que defiende Marcet a través del concepto de autenticidad.
«Todos sabemos lo que está pasando pero muy pocos se preguntan lo que no está pasando, y eso muchas veces nos lleva a ser borregos de la actualidad o del management», advirtió. Mejide coincide también con la reflexión del éxito y la consistencia de Marcet. «Cuesta muchas veces como empresa mantenerte interesantes para tus trabajadores, para tus clientes y para ti mismo, porque los intereses de una persona también van cambiando», aseguró.
«Deberíamos fijarnos si un anuncio es tan importante para la gente como nosotros creemos»

«La responsabilidad social corporativa es la responsabilidad de la empresa, no veo diferencias entre una y otra. No se puede ser mala persona y buen empresario», enfatizó.
Sobre la reflexión de Risto Mejide, Marcet destacó la importancia de «no cansarse de uno mismo ni de la propia empresa» y afirmó que «la única forma de no casarnos de nosotros mismos es que somos capaces de cambiar«.
Marc Ros se interesó al finalizar la sesión por los cambios que debe haber en los líderes y en el management de las empresas para abordar la nueva realidad. «Además de ser buenas personas, los líderes tienen que ser capaces«, señaló Marcet.
Por su parte, Risto Mejide reveló que en AFTERSHARE trabajan con un modelo de checklist para definir «si una idea puede ir adelante» basado en tres «R»: relevancia, reputación y resonancia. El publicista admitió que se estaban equivocando en el concepto de «relevancia». «Desde mi punto de vista la relevancia es la ley, porque todo lo que preocupa a la gente está en la ley«, aseguró, lanzando su crítica al sector publicitario: «En una industria inflada por el ego, deberíamos recordar que nuestra ley de publicidad es de 1988 y desde entonces no se ha cambiado, imagínate lo poco que le importa a la gente».
«Si queremos cambiar realmente lo que hay ahí fuera deberíamos fijarnos si un anuncio es tan importante para la gente como nosotros creemos, y si no habría que empezar a hacer otra cosa», declaró.
La clave para Marcet reside en la «observación de lo que la gente hace», y a partir de ahí, «sacar propuestas que realmente tengan sentido».